Privilegium Infantioniae, emitido por Felipe IV, Rey de Castilla y Aragón, en favor de Martín de Tornamira, reconociéndolo como infanzón del Reino de Aragón. El documento certifica que él y sus antecesores pertenecen por línea masculina al linaje de los “milites et infantiones”, según se señala en el propio documento, otorgándoles privilegios propios de esta clase: exención de tributos, libertad personal, derecho a portar armas y a participar en asambleas. Se apoya en testimonios, costumbre jurídica local y uso inmemorial del título en la provincia de Adernia. El documento presenta un escudo heráldico pintado con la leyenda: Tornamiras de Francia, lo que señala la pertenencia a una casa o linaje determinado.
